Archivo por meses: May 2013

FERIA DEL LIBRO DE BILBAO 2013

Ya que en este blog hablamos mucho de Bilbao y está enfocado a todo lo que tenga que ver con la literatura, no se me podía pasar anunciaros que va a dar comienzo la 43 FERIA DEL LIBRO DE BILBAO.

Fecha de Inicio: 31/05/2013

Fecha de Finalización: 09/06/2013

Lugar: en el Arenal.

Aquí os podéis descargar el programa:

43 FERIA DEL LIBRO DE BILBAO.pdf

Y podéis obtener más información en www.camaralibro.es

No podré asistir todos los días, pero seguro que me daré una vuelta el viernes 31 para asistir al VIII. Encuentro de novela negra de Bilbao y a alguna que otra presentación de libros, en función de lo que me dejen mis responsabilidades laborales.

¡¡Nos vemos en la feria!!

Calles y rincones de Bilbao – Javier González Oliver

Inauguro la sección Bilbao Literario con un libro que seguro que te sorprenderá: Calles y rincones de Bilbao de Javier González Oliver. Nos llegó como obsequio con motivo del 50 aniversario de la constitución de lo que hoy es el Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Industriales de Bilbao, conocido en 1958, año en el que se inauguró, como Colegio Oficial de Peritos Industriales.

Bilbao

El libro es una especie de enciclopedia donde desgrana los nombres de las calles, aportando una breve biografía del personaje que da nombre a dicha calle, motivo por el que se le ha concedido dicho honor, historia, anécdotas, etc. Resulta curioso pasear por Bilbao, de un lado a otro con prisas, a la carrera, sin prestar atención a los nombres de las calles ni mucho menos a los motivos que originaron dicha deferencia, con la ignorancia propia de lo conocido: como siempre han estado ahí esos nombres, formando parte de nuestro inconsciente, casi no mostramos interés al quiénes eran, qué hicieron y en nuestro caso, qué escribieron.

También es una buena manera de conocer la historia de la ciudad y sus gentes: médicos, comerciantes, escritores, músicos, políticos (de todo tipo de ideologías), banqueros…  El libro Calles y rincones de Bilbao nos facilita este conocimiento, aportando un breve resumen para cada calle, plaza, avenida y múltiples rincones de nuestros barrios.

Por ejemplo, uno puede estar entrando en la villa por la calle Luis de Castresana sin saber que recuerda a un pintor y escritor, que además alternó diversos oficios como electricista, extra de cine, enfermero, traductor en Copenhague, corresponsal de prensa en varios países, locutor de la BBC… Revelándonos vidas interesantes que apenas quedan ya en el recuerdo. Curioso cuando menos.

Por supuesto tenemos calles para los clásicos: Pío Baroja, Unamuno, Pérez Galdós, Blas de Otero… Pero lo que nos puede interesar es descubrir a todos esos artistas que a pesar de dar nombre a una avenida, el paso del tiempo y de los años ha cubierto de olvido: Nikolas Ormaetxea Orixe, Toribio Altzaga, Ramón de Basterra, Tomás Meabe, etc.

Y es que los nombres de las calles no sólo sirven para orientarse.

Desde meriendalibros quiero aprovechar Calles y rincones de Bilbao para conocer nuevos escritores de la villa, muchos ya olvidados, y recuperar viejos escritos que nos pueden sorprender gratamente.  Prometo próximos posts al respecto.

¿Qué te parece la  iniciativa? ¿Te interesa colaborar y aportar tu granito?

Reseña La buena novela – Laurence Cossé

Pues en su día comenté que estaba leyendo La buena novela, de Laurence Cossé, asustado a la vez que agradecido por la cantidad de escritores que estaba descubriendo. Ya lo he terminado y a falta de vítores y salvas de artillería diré lo siguiente: merece, y mucho, la pena.

La Buena Novela

Un imprescindible motivo os tiene que llevar a leer esta novela: haceros con una lista de escritores y libros magnífica, que os ayude a la hora de escoger vuestro próximo libro. Sobre todo franceses, pero es normal puesto que la autora, como habréis deducido por su nombre mis queridos Watsons, es francesa y resulta lógico pensar que sobre todo dominará la literatura de su país.

Además, analiza el mundo editorial y el de la crítica, no saliendo muy bien parados ninguno de los dos. Por un lado manifiesta que muchas editoriales centran sus ventas en best sellers de dudoso gusto, que acompañados de buenas campañas de marketing, consiguen vender muchos ejemplares y hacer dinero, pero… se trata de libros que no perdurarán en el tiempo. Por otro lado en cuanto a los críticos, denuncia que también forman parte del entramado industrial del libro puesto que muchos de ellos además de periodistas son o aspiran a ser escritores, por lo que no disponen de esa independencia total que se les presupone. Y es que no vas a hablar mal de la editorial que te da de comer…

Mi solución: leer las reseñas de meriendalibros, aprovechad ahora que todavía permanezco puro y no he vendido mi prosa a nadie.

La buena novela no es perfecta (ya lo dice el título, “solo” es buena) y en mi opinión la trama pseudopoliciaca no es de gran nivel, pero seré magnánimo por una vez y tendré que reconocer que el argumento no es más que una mera excusa para la exposición de un ingente listado de novelas y escritores. Que de eso se trata. Creo que en el fondo su objetivo no es otro que el de la divulgación, proponiéndonos infinidad de libros de los que disfrutar. Y a mí esto último me ha seducido.

Sin embargo, me veo en la obligación de sacar tarjeta amarilla a la señora Laurence Cossé. Después de mencionar varias veces a Stendhal, Cormac McCarthy, Sabatini, Zola, Michon, Echenoz, Auster… (y muchos otros, creédme que la lista es descomunal) apenas menciona a Alejandro Dumas, y lo siento, pero eso no se lo perdono. Si mi contabilidad de literatos que aparece en La buena novela no me engaña, sólo es mencionado en dos ocasiones, una de ellas de refilón, y hace alusión a la calle Alexandre Dumas de París (claro, como esta ciudad casi no tiene calles…), pero para mí no es suficiente. Después de idolatrar a otros en sucesivas ocasiones, me deja un regusto amargo el pensar que le ha asignado el papel de secundario. Cuestión de opiniones diría aquél, o tal vez es que estoy siendo demasiado riguroso. Y es que las comparaciones son odiosas. Menos mal que aquí estoy yo para remediar esta injusticia (¡¡cómo no!!) y prometo un post sobre El club Dumas escrito por Arturo Pérez-Reverte (que por cierto sale mencionado en La buena novela) para remediar tamaña injusticia.

La buena novela nos expone una aventura en torno a una librería que sólo vende obras maestras y sólo novelas, no hay espacio para ensayos y demás géneros. Con esta excusa Laurence Cossé reivindica la buena literatura frente al mal gusto perpetrado por determinados creadores de best sellers.

El catálogo ofertado por La buena novela, que así es como se llama la librería, es confeccionado por ocho clandestinos escritores, pues sus nombres permanecen en el anonimato y ni tan siquiera entre ellos se conocen para evitar devaluar la lista de libros que ofertan.  Tanta calidad junta acaba por molestar a otros escritores y editores que no han sido escogidos en el selecto catálogo, perpetrando una especie de atentados criminales, de manera un tanto ilusa. Puestos a imaginar crímenes, se me ocurren posibilidades más eficientes y excitantes.

A veces uno se lía con tanto nombre, entre los escritores reales, las novelas reales, los protagonistas, los escritores ficticios, sus pseudónimos, las novelas ficticias… y mi ignorancia, a veces no se sabe quién es quién.

Además, los diálogos no me acaban de encajar, todo el rato hablándose de usted, incluso cuando los protagonistas empiezan una relación afectiva… no lo acabo de coger, y excesivas disertaciones sobre un mismo tema, que a veces se repiten a lo largo de la novela.

Hay una historia de amor y otro amor no correspondido, que en ocasiones encajan con calzador. De más a menos.

Positivo es que invita a la reflexión: ¿Qué leemos? ¿Cómo leemos? ¿Somos lo suficiente exigentes con nuestras lecturas? ¿Nos dejamos llevar por las novedades y el marketing? ¿Seguimos algún criterio a la hora de escoger un libro?

Y por supuesto, una vez leído La buena novela, a uno le entran unas ganas locas de montarse su propia librería, a pie de calle, fuera de los centros comerciales, y formar parte de ese ideal en lo que lo único que importa es la calidad literaria. Claro que esto forma parte de la ficción, puesto que lamentablemente, ninguna librería sobreviviría vendiendo sólo buenas novelas, sin su sección de novedades, best sellers y resto de temáticas… El pequeño y honesto librero hoy en día sobrevive gracias al consumo rápido de literatura, independientemente de su calidad, apenas logran llegar a fin de mes y cada vez quedan menos librerías tradicionales. Sería injusto que les exigiésemos un filtro de calidad a sus ya exiguas ventas.

En resumen, si bien la trama me ha parecido sosa, La buena novela me ha gustado y os la recomiendo porque transmite un gran amor y respeto por la literatura. ¿Para qué más?

Como sabéis que soy un friki, me he creado una lista con todos los autores que aparecen en la novela… sólo os pido un poco de paciencia para que me de tiempo para pasarlo al blog y en cuanto pueda os lo publicaré. Espero que os sirva.

Merienda para la lectura: crêpes de chocolate con helado de mandarina, receta muy francesa…

¿Todavía no has leído La buena novela? Pues lo siento por ti… ¡¡no sabes lo que te estás perdiendo!!

Diálogos con la literatura – Toti Martínez de Lezea y Dolores Redondo

Pues como os comenté, tenía pensado ir a la charla de Toti Martínez de Lezea y de Dolores Redondo sobre la mitología en la literatura vasca, en la biblioteca de Bidebarrieta. Todo un acierto. No veáis lo que disfrutamos mi mujer y yo.

Por cierto, genial también la labor de la moderadora Idoia Jauregui, que colaboró siguiendo el tono distendido con el que se desarrolló la conferencia. Y es que el del martes fue un ejemplo de que la literatura no tiene porqué ser aburrida, huyendo del estereotipo de escritor empalagoso que se hace el interesante. Las escritoras resultaron muy cercanas y agradables.

Comenzaron hablando de la mitología vasca y de cómo estaba presente en sus libros. Aquí tomó la palabra Toti Martínez de Lezea,  citando múltiples ejemplos y denunciando las injusticias que se cometieron al amparo de falsas acusaciones de brujería, haciendo hincapié en que dichas imputaciones provenían de los propios vecinos, rencorosos por disputas familiares, dolidos por amores no correspondidos o envidiosos de la prosperidad del rival.

Enseguida aportó Dolores Redondo su visión sobre el valle del Baztán y lo importantes que han sido en la zona las historias mitológicas contadas al calor del fuego en las noches cerradas y completamente negras.

Nos recordaron que estas historias se contaban durante los duros inviernos y en las interminables madrugadas llenas de oscuridad, en un tiempo donde no existía la electricidad ni la televisión y lo único que quedaba era contar excitantes leyendas que pasaban de generación en generación. Situaciones que no son tan lejanas en el tiempo y que hace sólo cien añitos de nada se daban en nuestros pueblos.

basajaun
Fuente: amaroa.com

Basajaun (señor del bosque), Lamiak (ser cuya parte superior suele ser una mujer y la inferior tiene forma de pies de pato) y otros seres de la mitología vasca acompañan los escritos de ambas, los de Toti Martínez de Lezea  desde la licencia que da la novela histórica, mientras que a Dolores Redondo, arriesgando en su primera novela negra, le sirve como excusa para imaginar contemporáneos asesinatos en nuestro apreciado Elizondo.

Me gustó especialmente el cambio de nombre que propone Toti Martínez de Lezea a Mari, nuestra Diosa de la naturaleza, para euskaldunizarlo como Amari, homenajeando nuestras ancestrales costumbres paganas.

Para saber más sobre la mitología vasca, os animo a que visitéis la web amaroa donde han elaborado un resumen sobre el tema muy interesante.

Después vinieron las anécdotas y próximos proyectos. Dolores Redondo nos contó lo ilusionada que está a punto de finiquitar la segunda parte de la trilogía que ha inaugurado con El guardián invisible (que no me va a quedar más remedio que comprarlo, pues promete una historia apasionante, es lo que tiene acudir a estas conferencias), mientras que Toti Martínez de Lezea nos divirtió narrando los pormenores del libro que está escribiendo, asegurando escenas tórridas de amor en el mismísimo Zeberio.

Defendieron lo que peyorativamente algunos definen como “localismo”, y es que… ¿Por  qué tener que escribir historias ambientadas en Nueva York, en Veracruz o en sitios tan lejanos y poco accesibles cuando nuestra vida cotidiana pasa por Durango, Vitoria o Cintruénigo? ¿Qué se nos ha perdido en esos lugares?

Y por supuesto hablaron del oficio del escritor, de las coreografías que recrea Dolores Redondo a la hora de inventarse asesinatos, o del poder de la imaginación de Toti Martínez de Lezea a la hora de ubicar sus personajes, cómo darles vida jugando con las connotaciones históricas, sus fantasiosos recursos que acaban convirtiéndose en interesantes novelas.

Hubo tiempo para insinuar que la buena novela está configurada de prosa de calidad, donde el diálogo es un recurso más del compendio de técnicas, no el único, como parece que nos intentan vender con tanto best seller yankee.

En definitiva, un lujo de conferencia que forma parte de los eventos “Diálogos con la literatura” y que agradezco a los organizadores, iniciativa del área de Cultura y Educación del Ayuntamiento de Bilbao.

Y dime, si tal vez estuviste en la conferencia ¿qué te pareció? ¿Lo disfrutaste tanto como yo? ¿Qué opinas de la propuesta literaria de Dolores Redondo y de Toti Martínez de Lezea?

Un viejo que leía novelas de amor – Luis Sepúlveda

Tendría yo unos veinte años cuando escuché por vez primera el nombre de Luis Sepúlveda. Fue en el programa de radio Levando Anclas, del periodista Roge Blasco en Radio Euskadi. Es un magnífico programa que habla de viajes repletos de aventuras verídicas, alternativos, fuera de los grandes resorts, ajeno a los grandes mayoristas y con un ingrediente en común, y es que están llenos de idealismo. Me considero un fan incondicional de este programa de radio basado en entrevistas de arriesgados viajeros. Se emite los domingos y festivos de 22:00 a 00:00 horas, pero gracias a las nuevas tecnologías os podéis descargar los programas íntegros desde la propia página de la emisora (por aquello de empezar el lunes descansado) pinchando aquí. Seguro que os sorprenderá. Es un programa que se nota que está hecho con mimo e ilusión. Por cierto, lleva más de veinte años en antena. Ahí es nada. Si aceptáis un consejo, seguid a Roge Blasco y su programa que os va a sorprender seguro.

Pues decía que por aquel entonces estaba yo con la oreja pegada al transistor, acostado, soñando en la oscuridad de mi habitación con las descripciones sobre la selva amazónica de un tipo desconocido para mí llamado Luis Sepúlveda, que a la postre, resultó que se dedicaba a escribir. Al día siguiente me hice con un ejemplar de Un viejo que leía novelas de amor, y no me arrepentí. Lo he disfrutado en varias ocasiones.

Se trata de un libro con pocas páginas, pues no llega a las ciento cincuenta, dependiendo de la edición (dicen que lo bueno si breve, dos veces mejor), y habla de un tal Antonio José Bolívar Proaño, un viejo que vive en un pequeño pueblo olvidado de la Amazonía, El Idilio, que sirve como base para las explotaciones de colonos y buscadores de oro. Hay un mensaje intrínseco de ecologismo y de respeto a la naturaleza, pues el protagonista convive siguiendo la doctrina de los indígenas Shuar (los jíbaros), tomando de la selva tan sólo lo que va a necesitar para sobrevivir ese día. Mientras tanto, se entretiene leyendo historias de amor que se las hace llegar el dentista del pueblo, Rubicundo Loachamín (pedazo nombre). Dos novelas de amor cada seis meses.

Esta rutina se ve interrumpida cuando unos indígenas traen el cadáver de un cazador furtivo. El alcalde del pueblo en un principio sospecha de los propios indios, hasta que nuestro protagonista le convence de que ha sido una tigrilla, que tras la muerte de sus cuatro cachorrillos por el furtivo, vaga por la selva con sed de venganza. Sólo queda dar caza al animal antes de que haya más víctimas, y al viejo, obligado por las circunstancias, no le queda más remedio que participar en dicha caza.

Luis Sepúlveda
Fuente: Tusquets

La novela es de fácil lectura, con historias inverosímiles que uno se imagina que sólo pueden ocurrir en la Amazonía, dejándote la impresión de que en aquel lugar cada día es una nueva aventura (misma sensación me dejan las novelas de Alberto Vázquez-Figueroa, muchas de ellas desarrolladas en idénticos parajes).

Ecologismo, posicionamiento político, la dureza de la selva, la falsedad de los gobernantes, el aislamiento indígena, anécdotas amazónicas y como telón de fondo el particular duelo entre el viejo y el felino, repleto de suspense, el cazador que a su vez puede ser cazado, con el peligro latente en cada página.

En el libro está impreso el pensamiento político que ha marcado la vida de Luis Sepúlveda, como ejemplo, este extracto:

El doctor Loachamín odiaba al Gobierno. A todos y a cualquier Gobierno.  (…)

Vociferaba contra los Gobiernos de turno de la misma manera como lo hacía contra los gringos llegados a veces desde las instalaciones petroleras del Coca, impúdicos extraños que fotografiaban sin permiso las bocas abiertas de sus pacientes.»

Diálogos rápidos y descripciones eficientes marcan la lectura de la novela, recreándose en las situaciones justo lo necesario para continuar con la historia, pues tiene mucho que contar y poco papel. Párrafos sin demasiada adjetivación ni sobrecargados en exceso, pues es más importante el mensaje que la forma, pero de perfecto equilibrio.

Un buen libro que a los urbanitas nos traslada a la naturaleza, a plena selva amazónica cuya sola mención, entraña de por sí suficientes connotaciones de riesgo, haciéndonos ver que nuestro sistema económico no es el único en el mundo y nos invita a reflexionar sobre las nefastas consecuencias de nuestro ritmo de vida (y es que no acabamos de aprender).

Soy de costumbres fijas, y cuando descubro un escritor que me gusta, me preocupo de seguirle y de leer parte de su obra. Me gustó tanto Un viejo que leía novelas de amor, que de seguido vinieron Patagonia Express (autobiografía de Luis Sepúlveda con sus crónicas de viaje por Latinoamérica, otro ejemplo más de que la vida de un escritor puede ser una aventura en sí misma), Nombre de Torero (novela negra) y Mundo del fin del mundo (sobre la caza de ballenas). Todos recomendables.

Luis Sepúlveda fue hecho prisionero durante la dictadura de Pinochet, compromiso político y social que mantiene en sus escritos, lo que le llevó al exilio y a comenzar su vida viajera. Además de escritor, ha compaginado su vida profesional con el cine, como guionista y director.

Merienda para la lectura: una refrescante pieza de fruta, una manzana por ejemplo, pero de las ecológicas, nada de transgénicos, por continuar con la filosofía de vida de Antonio José Bolívar Proaño.

¿Todavía no conoces la escritura de Luis Sepúlveda? Cuéntame tus impresiones sobre este fantástico escritor, lleno de vitalidad e idealismo.

La mitología en la literatura vasca – Conferencia

Pues ya os comenté mi opinión sobre las Bibliotecas Municipales, que reitero, me parece que por lo menos en Bilbao funcionan muy bien. Soy usuario asiduo del servicio de préstamos y debo reconocer que no tengo ninguna queja (y eso que por naturaleza soy un insatisfecho y renegón).

Además de prestar libros, organizan otro tipo de interesantes actividades como es el caso de las  conferencias y hoy 21/05/2013 nos presentan una nueva alternativa que tiene muy buena pinta en la Biblioteca de Bidebarrieta, en pleno casco viejo bilbaíno, titulada la mitología en la literatura vasca.

Salvo que surja algún imprevisto, mi intención es la de acercarme, que tengo mucho que aprender sobre el tema, y por supuesto amenazo con escribir un post durante la semana con mis impresiones (es que mientras mantengo el blog, no estoy en la calle delinquiendo).

Toti Martinez de Lezea
Fuente: Wikipedia

La conferencia la imparten 2 estupendas escritoras. Por un lado tenemos a Toti Martínez de Lezea, que pienso que no necesita presentación, con varios exitosos libros publicados (Los hijos de Ogaiz, La herbolera, La calle de la judería…). En su escritura predomina la novela histórica y las tramas suelen discurrir en Euskadi. Próximamente hablaremos de estos libros en meriendalibros. Por cierto, os recomiendo la web de Toti Martínez de Lezea, muy clara, con un diseño diáfano y con información detallada de todos los libros que ha escrito, que seguro que os sorprenderá el número y tipo (ha escrito también libros infantiles y juveniles).

La otra ponente, es Dolores Redondo que acaba de presentar libro, El guardián invisible, que me lo he apuntado en mi lista (sin duda necesitaré reencarnarme para poder leer todo lo que tengo pendiente), aunque sólo sea porque la historia se desarrolla en el valle del Baztán, Navarra, zona que conozco bastante bien por mi afición a la montaña (es que soy una caja de sorpresas). Además, se está convirtiendo en uno de los éxitos literarios del año. Os dejo una imagen del valle extraído de la web de la autora. Imaginaos qué bellas descripciones le corresponderán a imágenes como esta.

Baztan
Fuente: http://www.doloresredondomeira.com

Aquí os dejo la información que he conseguido sobre la conferencia:

La mitología en la literatura vasca

Tipo de Acto: Conferencia

Fecha: 21-05-2013

Hora/Horario: 19:30

Lugar: Biblioteca de Bilbao (Biblioteca Central de Bidebarrieta). Bidebarrieta, 4, Bilbao (Bizkaia)

Toti Martínez de Lezea, escritora.
Dolores Redondo, escritora.
Moderadora: Idoia Jauregi.

Página web: Biblioteca de Bilbao (Biblioteca Central de Bidebarrieta)

Teléfono: 944150915

Mapa

Merienda para la conferencia: el típico bollo de mantequilla, tan preciado en Bilbao.

¡¡Nos vemos en la conferencia!!

El camino más corto – Manu Leguineche

Manu Leguineche aprovecha una cita del Conde de Keyserling, El camino más corto para encontrarse uno a sí mismo da la vuelta al mundo, como inspiración para el título de su libro El camino más corto, resumiendo con cuatro palabras lo que supuso para él su vuelta al mundo en jeep allá por el año 1.965, junto con tres norteamericanos y un suizo.

Lo que comienza como una huida de la claustrofobia de la dictadura, acaba convirtiéndose en un viaje que le marcará para siempre, ayudándole a centrar su juventud y orientando su madurez, en definitiva, su aventurera vida.

Reputado e incluso idolatrado reportero y periodista, fundador de las agencias de noticias Colpisa y Fax Press, escribió crónicas desde Argelia, India, Pakistán, Guinea Ecuatorial (su libro La Tribu sobre la caída del dictador Francisco Macías marcó a futuros periodistas, auténtica radiografía de lo que era el periodismo en aquellos tiempos), nos relató de primera mano la guerra de Vietnam, Nicaragua… un sinfín de destinos periodísticos en donde aunaba su pasión por los viajes con la necesidad de transmitir la realidad  del momento.

Y todo se origina desde una vuelta al mundo en jeep, que queda reflejada en este libro de viajes llamado El camino más corto, donde nos indica que en su caso, la forma más rápida para conocerse a sí mismo fue dar la vuelta al mundo, necesitando 60.000 kilómetros para conseguir su objetivo.

Por lo que he podido investigar, El camino más corto está descatalogado (si yo fuese el editor me tomaría inmediatamente una pastilla de sentido común y le pondría remedio, pues estoy seguro que si se reedita, vende), por lo que os dejo una imagen de todocoleccion donde particulares venden dicho libro.

El camino mas corto

Otra opción igual de buena y un tanto más barata, es recurrir a la biblioteca municipal, con un poco de suerte tendrás algún ejemplar. En concreto, en la Biblioteca Municipal de Bilbao tienen 2 tomos esperando que los leas.

Y por supuesto, siempre podemos recurrir a nuestro amigo librero, ese buen profesional que tampoco entiende cómo es posible que los libros buenos caigan en el olvido.

El libro es una joya de la literatura de viajes, por no hablar de la crónica socio-política-económica-militar mundial de finales de los años 60 y principios de los 70, que nos describe con detalle y de forma amena, desde su propia experiencia, in situ, en países de difícil acceso para los extranjeros y no exento de cierto peligro, los entresijos que movían el devenir del planeta en ese caos formado por religiones, intereses económicos y luchas de poder. Eran años en los que todavía existía el Telón de Acero, la Guerra Fría estaba en boca de todos y el muro de Berlín se erigía imponente separando las libertades. Decisiones políticas que afectaban al mundo entero. Y él estuvo allí y nos lo cuenta en El camino más corto mezclando con soltura la crónica periodística con la novela y la literatura de viajes, haciendo que su lectura sea ágil e interesante.

30 países, 5 continentes, dificultades mecánicas y aduaneras, ladrones, disentería, hambre, deshidratación o fiebres, con horas de euforia y de desánimo, por no hablar de todos los datos de biografías y aventuras que van jalonando el libro, hasta el punto que es imposible retener y acordarte de todo. Consigue lo que muchos libros intentan y no todos tienen éxito: que el lector se involucre en la historia dando rienda suelta a la imaginación, siendo partícipe de las propias vivencias del autor, creyéndose todo un reportero de guerra con esa especie de aura llena idealismo.

Recomendable para que los adolescentes actuales comprendan la historia mundial de los años 60 y 70, desde una visión autobiográfica, viajera, plagada de aventuras y distendida, para que les vayan sonando los nombres de antiguos líderes que dominaron la política mundial y entiendan las consecuencias de conflictos bélicos ya olvidados.

El camino más corto no te defraudará porque está bien escrito, repleto de historias, aventuras y biografías. ¿Acaso se puede pedir más? Lo mejor: que como dicen por ahí la realidad supera a la ficción, y lo que nos cuenta Manu Leguineche con su ingeniosa prosa, por muy inverosímil que nos parezca, fue realidad.

Varios premios periodísticos y literarios avalan la lectura de cualquiera de sus libros. No me cabe ninguna duda de que si te animas a leer El camino más corto, será el primero de los muchos libros de Manu Leguineche que acabarás leyendo. Lectura rápida, fácil y de la buena.

Merienda para la lectura: bocadillo de chorizo de Pamplona, de los de toda la vida.

Si has leído ya El camino más corto, ¿no te ha pedido el cuerpo hacerte con un 4×4 para lanzarte a recorrer desiertos, selvas y estepas para descubrir ciudades, países, gentes y culturas inimaginables?

El Testamento Maya – Steve Alten

Pues mira que hay libros malos. Que levante la mano quien no se haya tragado algún esperpento literario.

Supongo que para eso están los blogs de lectura, para que los lectores opinemos ajenos a la maquinaria de la industria literaria, libremente, sin ataduras de ningún tipo y recomendemos únicamente los libros que nos parezcan buenos.

En cambio, si en nuestro trasiego lector nos topamos con historietas de dudoso gusto, tenemos la obligación de advertir al personal, siempre con educación pero con firmeza, para evitar que otros pierdan el tiempo como lo hemos perdido nosotros, y dediquen sus energías a lecturas que realmente merezcan la pena. Y es que reconozcámoslo, la escritura es un arte complicado.

Comento esto, porque he leído a algún crítico literario, de los que cobran una pasta, afirmar que El Testamento Maya está lleno de suspense, tratándose de un thriller bien documentado. ¡¡Venga ya!! (Por no utilizar otro tipo de expresiones) Pero quién se va a creer esto… Sinceramente, flaco favor ha hecho este libro a la novela de aventuras, ciencia ficción, thriller o al género que pertenezca.

El Testamento Maya

 Y eso que no quito mérito al trabajo que lleva escribir 586 páginas, pero un poquito de autocrítica tampoco viene mal.

El problema es que la literatura también forma parte de la rueda mercantil, lo que genera efectos colaterales en forma de publicaciones sin sentido. Porque no nos engañemos, hoy en día se planifican libros destinados a ser superventas, independientemente del disfrute en sí. De lo que se trata es de tener un producto, aunque sea una porquería, que acompañado de una buena campaña de marketing, recaude un pastizal. Hay especialistas en crear best-sellers, reputados segmentadores de mercado que encuentran nichos de mercado donde uno no imagina.

Eso o tu cuñado es el editor, y de rebote consigues publicar quinientas inservibles páginas, colaborando con la desforestación del Amazonas.

No tengo muy claro en cuál de las dos opciones podríamos englobar El Testamento Maya de Steve Alten, de lo que sí que estoy seguro, es que mi regalo del amigo invisible de este año ha sido…. Digamos que para olvidar. No se acierta siempre.

Sin embargo, parece que tiene su público y hay opiniones que pululan por la red que aseguran lo contrario, que recomiendan el libro, cuyo argumento en mi opinión, es de alucinar: un antropólogo recluido en un psiquiátrico por sus locas teorías agoreras, que convence a su médico, por supuesto una bella psiquiatra de origen latino (de esta manera ya tenemos al macho alfa y la previsible tensión sexual, como si no hubiésemos leído esto nunca…), de que se acerca el fin del mundo, y sólo está en sus manos la salvación del planeta. Ahí es donde aparecen las pirámides de Chichen Itza, Machu Pichu, Teotihuacan… como eje de un misterio a resolver y cuatro líneas sobre estas civilizaciones, queriendo aparentar que ha invertido mucho tiempo en documentarse, cuando en el fondo, dudo que sea así (apreciación exclusivamente mía y no dudo que discutible), limitándose a copiar datos de alguna enciclopedia barata.

Hasta aquí, digamos que te lo crees, porque llevas 200 páginas, con un par, y ya no es cuestión de cerrar el libro puesto que hace tiempo que has superado el punto de no retorno, y sigo leyendo poco convencido, con esa sensación que a veces me invade de estar cometiendo un terrible error. Entonces llegan los alienígenas (no es coña), y claro, estoy tan tranquilo en el sofá, estupefacto, y releo una decena de veces el último párrafo, sin dar crédito a lo que leen mis ojitos azules. El caso es que aparecen seres de otro planeta, sin otra cosa que hacer que acabar con la raza humana precisamente en la fecha indicada en el calendario Maya, pero vosotros tranquilos, que no cunda el pánico, que menos mal que tenemos a estos dos protagonistas que velan por nuestra seguridad y ellos, y sólo ellos, tienen la clave de la salvación del planeta… Y ahí sí, cierro el libro y hecho espumarajos por la boca. Hombre, no me fastidies… Demasiado. Desconozco en qué consiste el resto del libro y espero que a nadie se le ocurra hacer la película

Lo que me alucina, no es que haya gente a la que le guste el libro, porque estamos muchos en el mundo y tiene que haber de todo, lo que me llama la atención es que el fulano promete una trilogía, y El Testamento Maya es el primero. Trágate eso, taza y media de alienígenas junto a las pirámides Mayas. No tiene desperdicio.

Steve Alten
Fuente: Steve Alten

Claro, intrigado, uno busca el nombre del autor en internet, abre la wikipedia y se encuentra no sólo con que es un autor de best-sellers (¿cómo es que este tipo vende millones de ejemplares y en cambio yo no logro convencer ni a los amigos para que me compren un libro? ¿Qué estoy haciendo mal?) , sino que encima, asegura que hay muchos jóvenes que se han aficionado a la lectura después de haber leído sus libros (me ahorro comentarios), hasta el punto que ha creado una organización sin ánimo de lucro diseñada a animar a los estudiantes a leer.

Muy loable la iniciativa, no digo que no. Pero quiero pensar, por dar alguna explicación a tanto despropósito, que la parte esa de que gracias a sus libros ha inculcado la afición por la lectura, se debe a un tema generacional, y ya que hace veinte años que he abandonado la adolescencia, el problema es mío y no acabo de ver las virtudes de este libro. Hay quien asegura que cada libro tiene su momento, y sencillamente, mi momento no es el de El Testamento Maya.

Igual me he pasado con las opiniones, y supongo que habrá hordas de personas que no las compartirán, pero es que reconozco que no estoy preparado para un producto tan simplón. De hecho, ya  la portada me echaba para atrás, se veía que formaba parte de esas novedades editoriales que más pronto que tarde caerán en el olvido, pero como era un regalo, caes en la tentación de empezarlo. Craso error.

Opino que tiene que haber todo tipo de literatura, pero también tenemos que exigir un mínimo, y lo siento mucho, pero El Testamento Maya no llega.

En fin… sólo puedo finalizar el post con una pregunta que dejo en el aire… ¿nos hemos vuelto locos o qué?

Merienda para la lectura: si eres mayor de edad, por lo menos dos gin tonics hasta arriba de ginebra, no queda otra. En caso contrario, surtido de gominolas, de esas que al masticar se te pegan a los dientes.

Espero tus comentarios al respecto, sobre todo si te ha gustado el libro, que de todo se aprende y para eso he creado meriendalibros.

arrobabooks, nuevo sello digital de Círculo de Lectores

Tarde o temprano, en mayor o menor medida, todos nos subimos al carro digital. Incluido los de Círculo de Lectores con su reciente alternativa para el libro electrónico con arrobabooks.

arrobabooks

Me gusta el diseño de la web que en la portada presenta directamente las imágenes de los libros que oferta, de manera que de un rápido vistazo te puedes hacer idea de su catálogo.

Para acceder a la compra no importa si eres socio y comienza con cincuenta libros como homenaje a los cincuenta años que cumple el club. Una opción más en el maremágnum de librerías o editoriales online. Tal vez no leamos todo lo que debiéramos, pero digo yo que si a diario se abren nuevos negocios en torno a la literatura (librerías, editoriales, modernas fórmulas para la autoedición, etc.), será porque de una u otra forma genera dinero. Llamativo el hecho de que gran parte de estas iniciativas vayan de la mano del mundo digital.

Volviendo al tema de Círculo de Lectores, en su día estuve apuntado al club, hace lo menos quince años y ahora con el paso del tiempo, reconozco que este sistema no va con mi personalidad. Me explico: reconozco que eso de que un tipo toque a tu puerta y te entregue el pedido con los libros que has encargado resulta cómodo, sobre todo para las personas mayores o que estén superando algún tipo de enfermedad y no se puedan desplazar habitualmente a las librerías. Además, en mi caso así lo hacían, las personas que me traían el pedido hacían las veces de libreros, recomendando tal o cual libro, rompiendo de esta manera esa frialdad que da la elección por catálogo. Todo en la puerta de tu casa, que a veces te pillaban apurado, con la cena a medio hacer, o sin haber pasado por la ducha, recién levantado de la cama… Múltiples situaciones embarazosas a las que supongo estarían acostumbrados.

Pero… (siempre hay un pero, qué culpa tengo yo de ser un renegón), ¿no os parece que es un placer recorrer las librerías de vuestra ciudad parando en cada stand, sobar con cuidado los ejemplares, oler el papel al abrir cada tomo y ojear las primeras páginas buscando un ápice de complicidad que nos anime a comprar? Tengo que reconocer que soy muy raro, y mientras otros se paran en los escaparates de ropa, yo lo hago en los de las librerías.

Considero un placer el contacto directo con el ejemplar, hasta tal punto, que no creo que haya semana que no me pasee por la biblioteca municipal de mi barrio, al acecho de las novedades, buceando entre las pilas de libros que descansan en orden alfabético, confiando encontrar un libro mejor que el anterior.

Lo siento, pero el día que fui consciente de esta… ¿obsesión? pedí que anularan mi suscripción al club, pero eso sí, no reniego de las ventajas del método. Al igual que tampoco reniego de la compra online de libros, para gustos los colores, pero yo seguiré desplazándome, contra viento y marea, a la librería del barrio, buscando el calor del papel, optando por la compra a distancia como última bala.

Merienda para la búsqueda por catálogo/web: zumo refrescante de melocotón, a poder ser de marca blanca, que tenemos que ahorrar para comprar muchos libros.

¿Y tú qué prefieres? ¿Comprar libros por catálogo/web o patearte las viejas librerías con solera y las buenas bibliotecas municipales buscando que te sorprendan?

Bibliotecas Municipales de Bilbao

No sé si estará al nivel del Chupa Chups, pero las bibliotecas municipales son uno de los mayores inventos de la historia de la humanidad.

Nací, crecí y espero diñarla (dentro de mucho tiempo puesto que no tengo previsto morirme en breve) en Bilbao, y así como a veces toca criticar las decisiones de nuestros políticos, también a veces (menos de las que quisiéramos todos) toca reconocer sus acertadas decisiones.

He vivido en un par de  zonas de la ciudad y puedo presumir de conocer varias de las bibliotecas de la red de Bibliotecas Municipales de Bilbao. Todos los barrios de la ciudad tienen su biblioteca, que hacen un total de 16, unas más grandes que otras, en lonjas o en antiguos edificios llenos de historia. Consulto asiduamente su catálogo online, donde se especifica para cada tomo en qué biblioteca se encuentra, con su signatura bien diferenciada, y en una ocasión, de la que guardo un grato recuerdo,  conseguí apuntarme a una visita guiada a uno de sus emblemáticos edificios, como es el que alberga la biblioteca de Bidebarrieta. Una joya. Por cierto, fantástica esta iniciativa de dar a conocer la historia de nuestra ciudad. Me lo apunto en la recámara, y otro día os hago un resumen de este bello edificio.

Biblioteca de Bidebarrieta
Fuente: Bilbao.net

Claro que esta opinión es muy subjetiva, en cuanto a que habrá personas que no estén de acuerdo con mi visión de la red de Bibliotecas Municipales de Bilbao, y en cuanto a que la gestión de la red de bibliotecas de cada ciudad será diferente, y no todas funcionarán igual de bien. ¿Mejorable? Todo es mejorable, pero el nivel que tenemos en Bilbao en este aspecto creo que es muy bueno. Por lo visto, además de txapela, también leemos un rato.

Yo hace tiempo que casi no compro libros, dejando esta acción para los regalos de fechas señaladas. ¿Por qué no compro? Pues por dos razones: la primera, que mi mujer se ha empeñado en decir que ya no tenemos sitio en casa para tanto libro, y la segunda y más importante, es que me parece absurdo gastarme el dinero en comprar libros teniendo la red de Bibliotecas Municipales de Bilbao. Y más con la que está cayendo.  Así que invierto mis ahorros en comprar exclusivamente libros interesantes y que sé a ciencia cierta que no me defraudarán.

Si buscas un libro y éste se encuentra en la biblioteca de otro distrito, lo puedes solicitar y te lo traen a tu barrio. Más facilidades no se puede pedir. En general, el préstamo de cada libro es quincenal pero permiten su renovación, gestión que se puede realizar vía online.

Y no sólo de libros estamos hablando, también ofrecen otro tipo de soportes como revistas,  DVDs, CDs, internet, ordenadores…

En cuanto al nivel de conservación de los ejemplares, hay de todo, pero esto no es culpa del servicio bibliotecario, sino más bien de los propios usuarios que no cuidamos los tomos, y como efecto secundario, a veces nos tenemos que conformar con lo que yo llamo libros leprosos: aquellos libros que según los vas leyendo se van deshojando como margaritas en otoño. Una pena.

Acompaña el servicio de préstamos de libros con otro tipo de actividades mensuales, como por ejemplo el de cuenta cuentos para los críos, conferencias, etc.

Como sugerencia (por si a algún funcionario le da por leer este post), echo en falta un club de lectura.

Por cierto, que  esto de recurrir a la red de Bibliotecas Municipales de Bilbao lo hacemos toda la familia, mi mujer, mi hermano, yo…  Lo dicho al principio, todo un invento.

Merienda para la lectura: si te acercas por la biblioteca de Bidebarrieta, justo a la vuelta, en la calle Jardines hay una emblemática panadería (que lleva el mismo nombre que la calle) que tiene de todo, empezando por deliciosa bollería y pasando por bocadillos de todo tipo. Lo dejo a tu elección.

Ahora es cuando lanzo la pregunta… ¿qué tal está la red de bibliotecas de tu municipio? ¿Merece la pena? ¿Las usas? Y sobre todo ¿cuidas los libros que coges en préstamo?